Fases constructivas del Santuario
El actual edificio es el resultado de la unión de tres capillas.
Primera Capilla:
Entre los años 1621 al 1626, un eremita natural de Casas de Millán, llamado Francisco de Paniagua, comenzó a construir la primera capilla, en donde D. Sancho de Figueroa, Cura de Santa María y amigo de Paniagua, dijo la primera misa el día 25 de marzo de 1626, fiesta de Nuestra Señora de la Anunciación.
El primitivo lugar de culto está localizado, en la actualidad, en el segundo tramo de la nave conocida popularmente por “La Gruta” o “La Cueva”, en el punto en el que está colocada la imagen pequeña de la Santísima Virgen. Ocupa una superficie en planta de 6’50 por 2’70 metros, con bóveda de medio cañón y una altura de 2’50 metros. Hoy en día se ha reconstruido en dos oquedades allí existentes, el lecho y la cocina del eremita.
Segunda Capilla:
En 1630, Francisco de Paniagua inicia la construcción de un camarín para la Sagrada Imagen, pero el aumento de la devoción hizo que el proyecto de camarín se convirtiera en una segunda capilla. Paniagua no puede ver terminada su obra, al sorprenderle la muerte en 1636. No obstante, encarga a su amigo D. Sancho de Figueroa y Ocano, según consta en su testamento, otorgado el día 24 de mayo de 1636, la conclusión de ella, lo que probablemente acaecería en el año 1661.
Para la construcción de esta capilla, se amplió en sentido longitudinal la primera capilla, con el fin de construir en la planta superior habitaciones para el ermitaño y hospedería. Esta segunda capilla, corresponde a un poco más del tramo que hoy ocupa el coro principal del Santuario.
Tercera Capilla:
Ante el auge que había tomado el culto a la Virgen de la Montaña, se agranda el Santuario en sentido de profundidad a la segunda capilla, aprovechando los muros de ésta y dándonos como resultado el estado actual del conjunto.
Las obras son encargadas al maestro Juan Sevillano que construye la nave central entre 1716 y 1721. El actual retablo Mayor, de estilo churrigueresco, se construye en 1724 y entre 1725 y 1727, se realiza el actual camarín.
La planta de cruz latina es el resultado de la construcción de la Capilla del Cristo de la Salud, al lado del Evangelio, en 1754, obra de Pedro Sánchez Lobato; y de la Capilla de Santa Ana, al lado de la Epístola en 1775, obra de Francisco Lobato.
Ambas capillas presentan retablos dorados donde se exponen al culto sus imágenes titulares. Como curiosidad cabe señalar que el artista Vicente Barbadillo hizo el retablo antes de que la imagen del Cristo de la Salud estuviera en Cáceres y la hornacina le quedó pequeña, aunque pudo ser reparada.
Consta, por tanto, el Santuario en su actual configuración de coro alto, nave central, camarín y las dos capillas dichas.
La nave central del Santuario actual es de estilo barroco y consta de una nave con dos tramos. La bóveda es muy plana, con aristas y resulta de la intersección de dos medias bóvedas de medio cañón. Es meritoria la cúpula gallonada sobre pechinas decoradas con frescos de los cuatro Evangelistas y motivos geométricos al gusto Luis XV.
Concluida la obra, el Santuario, entonces bajo la denominación de Ermita, fue bendecido el día 27 de noviembre de 1721.
Como curiosidad, hay que señalar que el 22 de mayo de 1636 murió Francisco de Paniagua en Cáceres y fue llevado a hombros por D. Sancho de Figueroa y otros tres sacerdotes hasta la ermita donde recibió sagrada sepultura al pie del altar primitivo. En el siglo XVIII fueron trasladados sus restos al lugar que hoy ocupan delante del altar con una lápida donde se puede leer:” Aquí yace Francisco Paniagua, fundador de este Santuario”. Es la única persona enterrada en el Santuario.
La obra de rehabilitación del Santuario
El 13 de mayo de 2010, se redactó el proyecto de reparación y en su caso rehabilitación del Santuario de Nuestra Señora, la Santísima Virgen de la Montaña.
Un proyecto necesario que atacaba de forma integral, los problemas que acuciaban, no solo su mantenimiento, sino la propia estructura del edificio. Las humedades existentes amenazaban con destruir una parte importantísima del Patrimonio de la Real Cofradía, como son los Mantos de la Sagrada Imagen; y ya habían destruido, en una gran parte, los frescos que adornaban el Camarín de la Virgen, afectando a la cúpula del mismo y las cúpulas principales de la Iglesia.
El retablo exigía una limpieza a fondo para descubrir presumibles deficiencias que aconsejaban rápido tratamiento (carcoma). Y la pinacoteca que adorna las paredes de la Iglesia, 16 oleos atribuidos a Rafael Lucenqui, se encontraban en mal estado de conservación debido, principalmente, al uso inadecuado de focos de luz caliente.
Por otro lado, uno de los muros de contención de la explanada del Santuario, requería de una actuación urgente, y que había conformado la iniciación de expediente, por parte de la sección de Urbanismo del Ayuntamiento de Cáceres.
El proyecto de la obra, fue sufragado por la Subdelegación del Gobierno, a través de la Fundación Valhondo, quien puso los medios técnicos y económicos para la realización del mismo.
El importe total de la obra ascendió a un total de 450.000 euros.
Dicho importe fue sufragado, a partes iguales de 90.000 euros cada uno, por las siguientes Instituciones: Junta de Extremadura, Ayuntamiento de Cáceres, Diputación Provincial de Cáceres, Caja de Extremadura y Caja Badajoz.
Nuestro agradecimiento a todas las Instituciones implicadas, toda vez que supieron entender, perfectamente, el importante patrimonio cultural que estaban defendiendo con su aportación. Un patrimonio artístico y cultural que es, sin duda, de todos los extremeños.