Los cacereños y devotos, iniciamos nuestro camino al nacer y nos unimos a Ti, Virgen de la Montaña, cuando nuestros padres y abuelos tienen la feliz y bendita idea de presentarnos para que nos cobijes bajo Tu Manto. Un camino que, una vez recorrido y llegado cada uno a su meta, concluimos presentándonos de nuevo ante Ti, protegidos también por ese Manto que nos garantiza un tránsito seguro, un tránsito sereno y un tránsito esperanzador. 

"Madre de la Montaña, 

En este lugar Sagrado

Rogamos guardes bajo tu regazo

Y al amparo de tu manto

A tus hijos que ya volaron.

Madre de la Montaña,

Sé Luz, Faro y Guía de nuestros días.

Sé siempre estrella incandescente

y danos el esperado regalo,

de algún día poder verte."